Chiribiquete: entrevista a Wade Davis sobre prioridades ambientales - Medio Ambiente - Vida




La razón por la que siempre habrá un biólogo, antropólogo o un aventurero deseando escuchar a Wade Davis cada vez que viene a Colombia es porque es considerado una especie en peligro de extinción. Una expresión que va más allá de ser el último discípulo vivo de Richard Evans Schultes, el etnobotánico y explorador que se adentró catorce años en la Amazonia colombiana para entender la relación de las tribus indígenas con sus plantas medicinales y alucinógenos, y quien inspiró al protagonista de El abrazo de la serpiente.

Y es que el encanto de este antropólogo, etnobotánico y documentalista de 66 años radica en su obsesión por la riqueza cultural y natural de Colombia, que retrata en varios artículos y en su libro El río. Una lectura obligada para quienes ignoran la sabiduría de las comunidades indígenas en el Amazonas y una obra en la que relata su relación con Schultes y su acercamiento por primera vez con la hoja de coca, un tema que siempre está en sus conversaciones.

Este año visitó Cali, la ciudad a la que llegó por primera vez a Colombia para aprender español cuando tenía 18 años. Fue invitado de la feria Colombia BirdFair, en la que habló de su nuevo libro, Magdalena: River of Dreams. En él retrata historias de campesinos que viven a orillas del Magdalena. Dice que usó la poesía de los campesinos e indígenas para hablar de esta enorme riqueza natural de Colombia. “Si queremos limpiar el alma, tenemos que limpiar el río Magdalena”, le dijo un pescador durante esa expedición por el Magdalena.

Aunque en cada entrevista repite que no es un experto para opinar sobre los problemas de Colombia, en este caso habló de los temas ambientales que le preocupan y de las dudas que lo asaltan sobre la falta de protección que, paradójicamente, no tienen las áreas protegidas.

Estoy de acuerdo con que se protejan, pero, al mismo tiempo, si la gente no puede visitarlas, ¿cómo podrán crear una conexión con ellas?

Como un colombiano más, ¿qué precaución ambiental tiene?

Colombia tiene las reglas que necesita para proteger el medioambiente, pero solo funcionan en el papel. Por ejemplo, en Chiribiquete, si uno quiere conseguir un permiso para entrar, para colectar plantas es casi imposible, porque está muy protegido, algo bueno, claro.

Pero, al mismo tiempo, los que tratan de tumbar el bosque para sembrar o hacer carreteras, pueden hacer lo que quieran y nadie se los impide. Entonces creo que Chiribiquete está en peligro si se custodia con reglas que la gente no entiende ni respeta. Si logramos que la gente comprenda que desde la fundación de Colombia la naturaleza fue la riqueza, y si podemos hacer que la gente sienta que proteger esa riqueza es un acto patriótico, cambiaría todo.

​Es decir, ¿prohibir la entrada a Chiribiquete será como entregarlo a su destrucción?

Es un problema generalizado de los Parques Nacionales. Una idea que empezó en Estados Unidos durante el siglo XIX, a cargo del expresidente Theodore Roosevelt, quien odiaba a los indígenas. Él dijo que ellos fueron una plaga de la que se tenían que deshacer. Entonces, la idea de los parques sin gente de Roosevelt fue exportada a Colombia para proteger algunas áreas. Estoy de acuerdo con que se protejan, pero, al mismo tiempo, si la gente no puede visitarlas, ¿cómo podrán crear una conexión con ellas? Para cuidar la naturaleza, la gente debe tener contacto con ella. Así funciona. Un punto a favor de Chiribiquete es que el parque es muy salvaje, al que es muy difícil de acceder.

Por su nuevo libro, también le preocupa el río Magdalena…

Claro, porque le estamos echando todo tipo de contaminantes y nunca hemos podido limpiarlo. Si tratamos de poner más leyes y más reglas en cualquier comunidad en la cuenca, la gente no hará nada. De nuevo, si la gente no entiende las reglas, no las aplica. Pero si lo presentamos como un símbolo del país, elemento fundamental del patrimonio, con la idea de que limpiarlo es un acto patriótico, quizá cambiemos el punto de vista de muchos que se lucran con esto.

El Magdalena está muy sucio, pero no tanto como lo fue el río Hudson o el Támesis. Y es que los ríos tienen gran capacidad de recuperarse; lo que tenemos que hacer es muy poco: no botar la basura en el río.

Rio Magdalena en el Huila

Con lo que está pasando en la Amazonia colombiana, ¿quién cree está detrás de la tala y quema?

Los campesinos no son los que están destruyendo el bosque, quienes lo hacen son los que están detrás de los cimientos de la sociedad que quiere poder, que con políticas quieren sacar plata para ellos mismos. No entiendo por qué no usamos el Ejército para protegerlos. Hace 10 años, los soldados caminaban en cualquier sitio para buscar a las Farc o para combatir al Eln, entonces no entiendo por qué no podemos poner un batallón de soldados en Chiribiquete para proteger sus bosques, y en todos los parques nacionales.

¿Por qué no se hace lo suficiente para salvar estas áreas?

Los políticos que manejan el país no hacen nada por proteger los bosques. Por eso creo que debemos trabajar con los políticos que nos den confianza. Para mí, un hombre confiable es Sergio Fajardo, porque no va hacia los extremos y tiene conciencia sobre el medioambiente. Pero esto no solo depende de quién sea el presidente, tenemos que hacer algo en Colombia con la gente que está detrás del poder.

Ante la explosión del activismo ambiental, ¿qué luchas cree que son imposibles de ganar, pero son necesarias en el mundo?

No podemos ganarle al fracking o al petróleo. Porque hay sitios en donde se puede hacer fracking, otros en donde no. Los que están haciendo el bien por el mundo, los jóvenes, tienen que saber que nunca podrán ganar todo, y no importa, porque no es el destino, sino el camino.

Se está promoviendo al país como destino para avistamiento de aves. ¿Retomar la aspersión aérea con glifosato es ir en contra?

Claro. No entiendo por qué tenemos que poner veneno en nuestros campos y bosques. ¿Para qué? ¿Solo para que ellos (Estados Unidos) puedan mantener su consumo? Lo que ocurre con la cocaína en Colombia es totalmente culpa de ellos, por eso creo que tenemos que gritar que la coca no es cocaína, es la hoja de la inmortalidad. Estoy en contra de esa decisión porque no podemos matar la riqueza de Colombia para mantener un contacto con la fuente del problema, como es EE. UU. Todo empieza por el consumo, y siempre ha sido así.

TATIANA ROJAS HERNÁNDEZ
MEDIOAMBIENTE

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