A la comisionada Ángela Salazar Murillo le gustaba que la llamaran Angelita. Tomaba nota en todo momento, a lapicero, sobre una libreta, y luego pasaba esas notas al computador, con la certeza de que allí estaba guardando parte de la memoria de las mujeres víctimas del conflicto en el país.
(Le puede interesar: Murió Ángela Salazar, una de las 11 comisionadas de la Verdad)
Este y otros relatos sobre su vida fueron recordados este viernes, en el homenaje que le rindió la Comisión de la Verdad por su fallecimiento.
Este viernes, pasadas las 6:15 a. m., la comisionada murió en Apartadó, Antioquia, el municipio donde se radicó y ejerció su liderazgo comunitario por años, antes de ser seleccionada como una de las 11 integrantes del pleno de la Comisión de la Verdad.
Ángela estaba hospitalizada desde el lunes, a causa del coronavirus. Su edad –66 años– y sus condiciones de salud preexistentes la hicieron vulnerable ante esa enfermedad y apagaron su vida en cuestión de días.
Para Ángela el cielo es seguir desde el corazón de su pueblo y desde lo hondo de nosotros mismos
En un homenaje que le rindieron los miembros de la Comisión de la Verdad, el comisionado Saúl Franco contó que habló con ella a las 10 a. m. del jueves. “No se entregó a la enfermedad”, dijo el comisionado, pese a que “presintió su muerte”.
(Lea también: ‘Estamos lejos de conformar un bloque homogéneo’: Francisco de Roux)
El jueves por la noche, el médico a cargo, desde Apartadó, llamó a Franco y le informó del deterioro del estado de salud de la comisionada, que la llevó hasta su muerte. Franco contó también que las tres lecciones que le dejó a la Comisión fueron, primero, la sabiduría de la vida por su propia trayectoria, porque “entendía más allá de lo simplemente racional”; segundo, “la alegría de vivir”, porque siempre sonreía, y la tercera fue “el valor de la lucha” que persistió toda su existencia.
Pidió una oración
A la comisionada, oriunda de Tadó, Chocó, se le veía siempre abrigada mientras estaba en Bogotá cumpliendo con sus labores y era una de las comisionadas a las que más cariño le profesaban siempre en las regiones. El sacerdote Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, contó en el homenaje que la última vez que habló con ella, el jueves, Ángela le pidió que hiciera una oración por ella, y así lo hizo en el homenaje y solicitó a todas las personas que siguieran pensando en ella.
“Para Ángela el cielo es seguir desde el corazón de su pueblo y desde lo hondo de nosotros mismos, su comisión, la lucha hasta siempre, para que de la verdad pegada al cuerpo de la gente nazca la paz y la justicia”, dijo De Roux.
La ceremonia terminó con un alabao en homenaje a la comisionada, quien representaba en la Comisión la Verdad a los pueblos negros, afrocolombianos, raizales y palenqueros del país.
(Además: La JEP ordena al Gobierno tomar medidas para proteger a excombatientes)
La comisionada Ángela Salazar tenía 66 años.
Ella defendió esos relatos como parte fundamental del testimonio colectivo del conflicto, y en particular los de las mujeres.
La comisionada Salazar era conciliadora en equidad y defensora de derechos humanos de las mujeres, los trabajadores bananeros, las empleadas domésticas, entre otros. Fue integrante de la Alianza Iniciativa de Mujeres Colombianas por la Paz (IMP) y de la Mesa Departamental de Víctimas de Apartadó.
La Comisión recordó sus palabras. “Las organizaciones de base son las protagonistas de este parto”, el parto de la verdad, decía la comisionada Salazar en el evento de reconocimiento de la verdad de la violencia sexual en el conflicto. “La Juntanza de las Mujeres es la que nos tiene hoy aquí, los abrazos, la escucha, porque entre nosotras sí nos dijimos la verdad, aunque nos quedamos en silencio”, dijo en aquella ocasión la comisionada.
La lideresa social Francia Márquez, del Cauca, no vaciló en calificar a Salazar como un “baluarte” del pueblo negro y como una maestra.
(Le puede interesar: Doce años tras el rastro de un hijo marcado como ‘falso positivo’)
“Gracias, mujer hermosa, por haber dispuesto tu amor, tu ser, para escuchar nuestro dolor, nuestras tristezas, nuestra verdad”, fueron las palabras de Márquez.
La Juntanza de las Mujeres es la que nos tiene hoy aquí, los abrazos, la escucha, porque entre nosotras sí nos dijimos la verdad, aunque nos quedamos en silencio
La Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico, organización de la sociedad civil, también lamentó el fallecimiento de la comisionada y agradeció “su testimonio desde las víctimas”.
“En su memoria continuaremos el ejercicio de esclarecimiento de daño al territorio”, señalaron.
Por su parte, el sociólogo Max Yuri Gil, integrante de la Comisión de la Verdad en Antioquia, dijo que “Ángela Salazar fue una mujer comprometida con la lucha por los derechos de las víctimas, los de las mujeres y la paz, los cuales siguió impulsando desde su rol como comisionada en la Comisión de la Verdad”.
La Comisión envió condolencias al esposo e hijos de la comisionada.
Dijo que Salazar fue “fiel acompañante de miles de víctimas, defensora permanente de la igualdad y trabajadora incansable de la búsqueda de la verdad” y que “deja un enorme vacío no solo a la Comisión, sino al país por el que trabajó desde su juventud para verlo en paz”.
(Lea además: Comisión de la Verdad aborda Estatuto de Seguridad de gobierno Turbay)
Los comisionados aseguraron que la memoria de Salazar, así como la del también fallecido comisionado Alfredo Molano, quien murió en octubre del año pasado, acompañan la misión de la Comisión de la Verdad.
JUSTICIA
Twitter: @JusticiaET
[email protected]